GRACIELA CALDERÓN DÍAZ BARRIGA 

(1931 – 2022) 

 

El día 2 de enero fue un día aciago para el Instituto de Ecología A.C. y para la ciencia y la tecnología mexicanas. A los 90 años de edad murió la Maestra Graciela Calderón Díaz-Barriga, investigadora de nuestra casa, botánica y naturalista destacada por sus logros en la investigación científica y tecnológica, y en la formación de recursos humanos. Recibió varios reconocimientos un de los cuales fue la Medalla José Cuatrecasas por Excelencia en Botánica Tropical (2005).   

El Instituto de Ecología A.C. como institución debe buena parte de su éxito a que fue fundado e impulsado desde el principio por investigadores de la más alta calidad a nivel nacional e internacional. La colaboración de la Maestra Calderón fue decisiva, una académica productiva y visionaria, que con otros científicos de gran talla como el Dr. Jerzy Rzedowski Rotter, fijaron desde un principio el derrotero institucional y marcaron una ruta precisa a largo plazo. La Maestra fue un pilar en nuestra institución que contribuyó sensiblemente a colocarla al lado de instituciones más antiguas y de mayor tamaño. Sus logros son notables, sus resultados son de alta calidad y sus contribuciones científicas son relevantes para la ciencia de la botánica y para el conocimiento de la naturaleza mexicana.  

Formadora de recursos humanos, tanto en el aula como en el laboratorio y en el campo, con un concepto sólido acerca de la estructura que había que construir para generar conocimiento científico, potenció el desarrollo de la ciencia a través de técnicas y métodos innovadores. 

Son muy pocos los casos en donde la experiencia y la innovación se potencian, y se nutren la una a la otra, donde la experiencia da líneas de largo plazo y la innovación da frescura y renovación, en donde los papeles de parsimonia y de pujanza se intercambian libremente entre uno y otro. Este balance y armonía entre unos y otros académicos, no se alcanza con autoridad ni con mansedumbre, sino con el trabajo conjunto y la discusión permanente entre los académicos, con respeto y reconocimiento de las ideas, y con un comportamiento ético y honesto. 

Fue designada Investigadora Emérita del Instituto de Ecología por sus contribuciones de manera relevante al desarrollo de la ciencia mexicana en ecología, sistemática y florística, siendo un lidere académico en su respectiva especialidad en nuestro país y en el extranjero. 

La maestra Graciela Calderón Díaz-Barriga (Graciela Calderón de Rzedowski) nació e Salvatierra, Guanajuato, el 14 de julio de 1931, bióloga egresada  de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Inició sus actividades como investigadora, colaborando en el proyecto “Los recursos naturales de México” del Instituto Mexicano de Recursos Naturales Renovables. Laboró como investigadora para el Instituto de Investigación de Zonas Desérticas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y como profesora en la misma universidad. De 1963 a 1985 laboró como profesor-investigador de la ENCB-IPN, llevando a cabo labores de docencia y trabajando en el proyecto de la Flora del Valle de México.  

En los años dedicados a la docencia y a la dirección de tesis ha apoyado la formación de numerosas generaciones de biólogos. A partir de 1985 es investigadora en el Centro Regional del Bajío del Instituto de Ecología A.C., con sede en Pátzcuaro, Michoacán. Su principal línea de investigación sigue siendo la sistemática de plantas vasculares, coordinando el proyecto Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, participando activamente con revisiones taxonómicas y llevando a cabo labores de tipo editorial. La productividad académica de la maestra Graciela es particularmente meritoria por el hecho de que ella abordó la taxonomía de una gran cantidad de grupos en la elaboración de las floras.  

Pionera e impulsora con el Dr. Rzedowski del trabajo botánico y florístico en nuestro país publicaron la primera flora moderna de México, La Flora Fanerogámica del Valle de México, y hasta recientemente la Flora del Bajío y Regiones Adyacentes, trabajo emblemático que muestra que es posible hacer inventario de la biodiversidad aún en sitios muy alterados. Creó y fortaleció herbarios de escala nacional y regional como el Herbario del Instituto Politécnico Nacional y el Herbario de Pátzcuaro del Instituto de Ecología respectivamente. 

La maestra Graciela fue una profesionista de gran calidad académica, una excelente y bondadosa persona, con gran ética y fortaleza. Su capacidad intelectual, laboriosidad y disciplina se traducen en una excelente productividad y gusto por el trabajo científico. Sin duda es una pérdida muy sensible para el Instituto de Ecología, para la ciencia mexicana y para todos aquellos que tuvimos el privilegio de conocerla y compartir su alegría, optimismo y tenacidad.  

 

Descanse en Paz,
 
Sergio Guevara y Patricia Moreno-Casasola