Martes 10 de diciembre 2024 • 12:00 m • Auditorio I, edificio A, campus III, INECOL
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Dra. Mariela Yevenes Burgos
Depto. Sistemas Acuáticos
Facultad de Ciencias Ambientales
Universidad de Concepción, Chile
Los sistemas acuáticos como lagos, esteros y humedales son cada vez más vulnerables frente a los efectos del cambio climático y las presiones de la creciente contaminación química que amenaza la seguridad hídrica. Se destaca la importancia de estudiar la calidad del agua en Chile central puesto que es una ecorregión categorizada como mediterránea, que en la última década se ha visto afectada por una sostenida sequía, y la degradación progresiva de diversos sistemas acuáticos proveniente de las actividades humanas.
La eutrofización es una de las preocupaciones presentes en sistemas acuáticos de Chile central, causada principalmente por excesiva carga orgánica (nitrógeno y fósforo) provenientes de actividades humanas y probablemente exacerbada por el cambio climático, lo que a su vez está conduciendo a altas emisiones del gas de efecto invernadero metano (CH4) hacia la atmósfera. La eutrofización además es un gran problema social, por los usos que se les dan a estos sistemas acuáticos, principalmente de recreación y consumo, por ende, una visión integral con investigación científica y herramientas de ciencia ciudadana pueden fortalecer el monitoreo local y movilizar a la sociedad a ser más conscientes de su entorno. El objetivo de este estudio es evaluar la calidad de agua, emisión y forzantes de metano de seis lagos urbanos, dos humedales y un estero de la región del Biobío y del Ñuble medidos por científicos y también recopilados por monitores voluntarios durante 2022 a 2024.
En general, las variables químicas del agua explican parcialmente las emisiones totales de CH4, y los indicadores de productividad y condiciones de oxígeno también tuvieron un poder explicativo medio, lo que sugiere una combinación compleja de factores que controlan los flujos de CH4 de las aguas superficiales urbanas. Sin embargo, se identificaron pequeños cuerpos de agua (área <1 ha) ubicados en espacios verdes urbanos como puntos críticos de emisión. A través del monitoreo comunitario además se potencio la participación de las comunidades locales en iniciativas para registrar la calidad del agua y se facilitó el intercambio de información y cooperación con entidades gubernamentales. Estos resultados ayudan a identificar las emisiones de CH4 y parámetros relevantes de calidad de agua insertas en localidades en constante expansión.