El chichimoco: la ardilla rayada de La Michilía
Jorge Ramos Luna, Adriana Sandoval Comte y Alberto González Romero
La Reserva de la Biosfera La Michilía, ubicada al sureste del estado de Durango, resguarda 35 mil hectáreas de matorrales, pastizales y bosques templados de pino y encino, que son hogar de una amplia biodiversidad.
Entre su fauna más representativa, se encuentran los cóconos, los venados de cola blanca y por supuesto el lobo gris mexicano, pero una de sus especies más carismáticas ―quizás por su pequeño tamaño y agilidad― es el chichimoco (Neotamias bulleri), una ardilla rayada, nombre que le viene por las nueve rayas en el dorso (cinco negras y cuatro gris-marrón) y las marcas en la cabeza. Esta ardilla incluso forma parte desde hace décadas del logo de la reserva.
Esta ardilla es semi-arborícola y si queremos observarla, podemos buscarla cerca de zonas rocosas, donde su pelaje marrón, grisáceo y blanco le permite mimetizarse con su entorno. Pero, para verla, debemos tener una vista muy ágil, ya que pasan la mayor parte del tiempo moviéndose con pericia y gran velocidad en busca de alimento, sobre todo de distintas semillas como piñones y bellotas, insectos y, en ocasiones, pequeños vertebrados. Anida tanto en huecos en los árboles como en el suelo, cerca de rocas o troncos caídos.
Chichimoco juvenil que era mantenido como mascota
El nombre científico Neotamias hace referencia a los vocablos griegos Neo (υέoϛ) que significa “nuevo” y Tamias (ταμίας), que significa “almacenador” o “distribuidor”, y hace referencia a la costumbre que tienen estas ardillas de almacenar semillas para consumirlas durante el crudo invierno, cuando el alimento es escaso. Por fortuna para el bosque, muchas de estas semillas que en su momento fueron estratégicamente transportadas y resguardadas en distintos recovecos del bosque, son olvidadas y terminan germinando, dando paso a la regeneración de la sierra, un gran servicio brindado por los chichimocos: ¡verdaderos ingenieros del bosque!
En el mundo existen 23 especies de estas ardillas, pero este chichimoco (Neotamias bulleri) es 100% mexicano, pues habita exclusivamente en las faldas de la Sierra Madre Occidental, entre los estados de Durango, Zacatecas y Jalisco. Sin embargo, este pequeño gigante se encuentra en peligro de extinción debido a la pérdida de su hogar. La deforestación, los incendios forestales y el cambio climático han fragmentado sus bosques, aislando a las poblaciones y dificultando su reproducción y supervivencia.
Chichimoco adulto en su hábitat preferido, fotografiado en la Reserva de la Biosfera La Michilía
El chichimoco hoy en día
En recientes visitas a la Estación Piedra Herrada del Instituto de Ecología, la cual se encuentra en el corazón de la Reserva de la Biósfera La Michilía, nos hemos topado con una situación anómala y preocupante en relación con el chichimoco ―o como lo llaman en la comunidad Tepehuana, Chup-Chup―. Esta ardilla, que entre las décadas de los 70, 80 y 90 era bastante común, hoy es sumamente difícil de observar. Al preguntar a las personas locales, no hemos encontrado una causa definitiva de por qué esta disminución en su abundancia, pero es probable que el aumento de hato ganadero y de otras especies domésticas como perros y gatos tengan mucho que ver.
El chichimoco es una especie emblemática de La Michilía y nos ofrece la oportunidad de investigar e intentar contrarrestar su aparente declive poblacional. Por el momento, si quieres conocer más de cerca a esta pequeña ardilla, te invitamos a ver el siguiente video: