Algunos hongos también tienen veneno

Virginia Ramírez-Cruz1, Florencia Ramírez-Guillén2 y O. Castro Jauregui1,3 

Hay un gran número de hongos comestibles, pero existen también muchos que son tóxicos y, de estos, hay un pequeño grupo que son mortales. Para evitar cualquier problema, lo mejor es conocerlos e identificarlos sin que queden dudas.

Palabras clave: tóxicos, comestibles, silvestres.

En la naturaleza podemos encontrar organismos que producen veneno para defenderse de otros, tal es el caso de algunas serpientes, insectos y plantas. Estas sustancias tóxicas o venenos son producto del metabolismo secundario; es decir, no son compuestos esenciales para cumplir los procesos básicos de un ser vivo, pero si les sirven para defensa ante depredadores.

Los hongos también producen toxinas y en los humanos pueden causar malestares leves o la muerte. Afortunadamente, en pocas ocasiones nos enteramos de la muerte de personas causadas por consumir hongos, estos casos son raros porque México es un país con una gran tradición, desde tiempos prehispánicos, en el consumo de estos organismos. Los casos de intoxicación y las muertes generalmente están asociadas a que las personas no saben distinguir los hongos silvestres comestibles, o porque creen en falsas reglas para distinguirlos. Algunas de estas falsas reglas son, por ejemplo: 1) creer que al cocer los hongos venenosos con una moneda o un objeto de plata este se pondrá negro porque absorbe los venenos, esta creencia ha causado varias muertes ya que el que una moneda se ponga, o no, negra no significa que el hongo deje de ser venenoso; 2) otra falsa regla es que se pongan ajos o cebollas, o se metan en vinagre y sal, todo eso es igual de erróneo; 3) otras personas creen que los hongos crecen siempre en el mismo sitio donde ya han colectado comestibles y que todos lo son, y eso tampoco es así, ya que pueden llegar esporas de hongos tóxicos desde otros sitios y con aspectos semejantes o 4) que si el hongo esta mordido por caracoles no es venenoso, pero se debe tener claro que hay muchos animales que son resistentes al veneno de los hongos. Así que no hay nada que pueda quitar las toxinas a un hongo venenoso, nada

Hay varios tipos de intoxicación por hongos, los más graves son aquellos de Incubación larga por ejemplo el Síndrome faloidiano y en México hay tres especies que lo causan: Amanita phalloides, Amanita verna y Amanita amerivirosa. Se recomienda conocerlas bien, ya que, un solo ejemplar mediano de cualquiera de estas especies es suficiente para matar a una persona. Los síntomas de esta intoxicación tardan mucho en aparecer, de 6 a 30 horas después del consumo, de ahí el nombre de “incubación larga”; al principio la persona presenta vómitos incesantes, diarrea copiosa y a veces con sangre, fuertes dolores de estómago, sudores y angustia, esto puede durar, al menos, dos días, después las toxinas atacan el hígado produciendo hepatitis, ictericia, hemorragias internas, convulsiones e insuficiencia renal. Hay tratamientos que se basan en diuresis estimulada con líquidos, aspiración duodenal, mantener con sueros adecuados, penicilina G y silimarina. No hay antídotos y la recuperación depende de las condiciones del paciente y de la cantidad de hongos que haya consumido. Otro tipo de intoxicación es el Síndrome nefrótico que es causado por hongos del género Cortinarius; en México hay muchas especies, la mayoría no descritas y todas son toxicas. La incubación es muy larga puede durar de 2 a 15 días, y los síntomas son semejantes a la intoxicación faloidiana, pero con predominación en daños renales; se presenta con mucha sed, boca seca, vómitos, diarrea o estreñimiento, sudores, cansancio; puede haber trastornos hepáticos y neurológico como somnolencia, insomnio, convulsiones. El tratamiento es difícil, se debe rehidratar, usar hemodiálisis e incluso trasplante de riñón.

Intoxicaciones de incubación corta como los causantes de Intoxicación gastrointestinal: Los hongos causantes de esta intoxicación en general no causan la muerte, sino solo trastornos gastrointestinales, la gravedad y la persistencia de los síntomas dependen de la cantidad de hongos ingeridos y de la resistencia de la persona que los consume. La lista de este tipo de hongos es grande, como ejemplo, algunas especies de: Agaricus, Entoloma, Hebeloma, Lactarius, Russula, Tricholoma, cabe señalar que en estos géneros hay también especies de hongos comestibles, como Agaricus sylvaticus (comestible) vs. A. moelleri (tóxico), Lactarius deliciosus vs. L. torminosus, etc. por lo que es muy importante saber distinguirlos.

Intoxicación muscarínica: Las especies que lo causan pertenecen a varias especies de los géneros Inocybe y Clitocybe. Los síntomas aparecen de 15 a 2 horas después de la ingestión, produciendo un aumento en las secreciones como sudoración muy abundante, lagrimeo, salivación, goteo nasal, además de náuseas, vómitos, diarrea. La intoxicación no suele ser grave. El tratamiento es administrar atropina, en ocasiones se debe hacer lavado de estómago y rehidratación con sueros.

Interacción de hongos y alcohol o Síndrome Coprínico: Este se produce con la ingestión de alcohol y la ingestión de hongos del género Coprinus, aunque hay citas de otros hongos como Clitocybe claviceps. Los síntomas comienzan media hora después de consumir la comida en la que se ha tomado también bebida alcohólica. Los trastornos son enrojecimiento en la cara, cuello, pecho, pulso rápido, dolor de cabeza, puede haber náuseas, vómitos con sabor metálico, arritmia cardiaca. Generalmente los trastornos no son de importancia si el nivel de alcohol no es grande.

En conclusión, las intoxicaciones causadas por hongos aumentan el temor de comer los hongos silvestres, pero se debe comprender que, si se les conoce a fondo, no se correrán riesgos y que distinguir un hongo tóxico de uno comestible es muy importante. El primer paso para saberlo es acercarnos a personas con experiencia, por ejemplo, a los recolectores de hongos silvestres que llevan toda su vida de aprendizaje o también, a expertos estudiosos de los hongos (micólogos). 

"La opinión es responsabilidad de los autores y no representa una postura institucional"

 

1CONACyT-Departamento de Botánica y Zoología, Universidad de Guadalajara, Apdo. postal 1-139, Zapopan, Jalisco, 45147, México;

2Red de Biodiversidad y Sistemática, Instituto de Ecología, A.C. (INECOL), Carretera antigua a Coatepec Núm. 351, El Haya, Xalapa, Veracruz, 91073, México. 

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