Breve historia de las colecciones de madera del mundo

Guillermo Angeles Alvarez1 y Carolina Madero Vega1

Las colecciones de madera, conocidas como xilotecas, comenzaron a formarse en el siglo XVII. Al principio, estas colecciones se creaban simplemente por curiosidad. Un ejemplo temprano es la Xiloteca del Monasterio de Strahov en Praga (ca. 1800).

Con el tiempo, estas colecciones empezaron a tener un propósito más científico. La primera colección registrada con este enfoque científico se estableció en la Universidad de Leningrado en 1823. A partir de mediados del siglo XIX, se volvieron más comunes en varias ciudades de Europa.

En 1957, una guía llamada "Guide to Institutional Wood Collections" documentó un total de 66 colecciones de madera en todo el mundo. Desde 1981, el término "Index Xylariorum" comenzó a utilizarse para agrupar y registrar estas colecciones. Para ese momento, ya había 134 xilotecas registradas.

En una versión más reciente del Index Xylariorum 4 (2010), se registraron 158 xilotecas en 47 países diferentes. De estas, 63 se encuentran en América, distribuidas de la siguiente manera: 21 en Norteamérica (tres en Canadá y 18 en Estados Unidos), siete en Centroamérica (tres en Costa Rica, tres en México, una en Nicaragua), seis en el Caribe (dos en Cuba, dos en República Dominicana, una en Haití y una en Jamaica) y 33 en Sudamérica (tres en Argentina, 20 en Brasil, dos en Chile, dos en Colombia, una en Ecuador, una en Guyana, una en Perú, una en Surinam y dos en Venezuela) (Vásquez-Correa, 2017).

Brasil es el país con la mayor cantidad de colecciones de madera, con 20 en total.

En cuanto al número de muestras resguardadas, la colección de madera en Holanda es la más grande, con 125,000 especímenes. Estados Unidos y Bélgica ocupan el segundo y tercer lugar, con 105,000 y 69,000 muestras respectivamente (Vásquez-Correa, 2017).

Se preguntarán: ¿Cómo es posible que Holanda, siendo un país relativamente pequeño, con apenas 7,494 km² (incluyendo agua y tierra), con bajas elevaciones sobre el nivel del mar, pueda contar con muchas más muestras de madera en una sola colección, cuando lo comparamos con Sao Paulo, Brasil, con un área 30 veces mayor? La respuesta es la colonización y la vocación comercial de Holanda. La Colección de Madera del Rijsherbarium de Holanda es tan grande debido a la combinación de la historia de la colonización y el comercio de Holanda, la importancia de la madera en la economía holandesa y la dedicación de generaciones de científicos y coleccionistas a la recopilación y el estudio de la biodiversidad.

El Xylarium Bogoriense (Wisata Ilmiah Xylarium) ha sido catalogado como el 4º en el mundo por su tamaño, con 67,864 muestras (110 familias, 785 géneros y 3667 especies). Tiene representadas a todas las especies maderables de su país, además de donaciones e intercambios con otros países. Cuenta con una colección única de maderas fósiles y de bambú (aunque no es madera). Está ligada a la industria y al gobierno de Indonesia. (https://www.youtube.com/watch?v=dso9qL3sYYQ)

En México hay tres colecciones de registradas en el Index Xylariorum: la del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la de la Universidad Nacional Autónoma de México (Barajas, 2009 (https://www.gbif.org/es/dataset/80c88d00-f762-11e1-a439-00145eb45e9a#description)

y la “Xiloteca Dr. Faustino Miranda XALw ”, del Instituto de Ecología, A.C. (https://inecol.mx/index.php/biblioteca/colecciones/xiloteca)

Aunque ha habido más colecciones en México de las que aparecen en el Index Xylariorum, desafortunadamente muchas de ellas han cerrado ya sus actividades, por falta de presupuesto o por falta de interés. Mantener una colección requiere de un presupuesto considerable, únicamente para los gastos diarios. Hacerla crecer requiere todavía más recursos, pues es necesario salir a colectar muestras a diferentes partes del país o del extranjero, dependiendo de las metas de la colección. Actualmente, derribar árboles para la obtención de muestras para la Xiloteca, es inviable. La alternativa es hacer acuerdos con las dependencias gubernamentales para que, cada que se derribe un árbol por cualquier causa, se done una sección del fuste para convertirlo en tablillas para la Xiloteca. Otra alternativa para aumentar el número de muestras es incluir otras formas de vida, como lianas y arbustos. A pesar de que el número de especies arbustivas es mucho mayor que el número de especies arbóreas, las primeras no se encuentran representadas en las xilotecas (figura 2). Lo mismo ocurre con las lianas. Es necesario también abrir otras posibilidades para el uso para las xilotecas. Por ejemplo, como fuente de rasgos funcionales de la madera, para enriquecer las bases de datos internacionales que guardan datos de este tipo, como TRY (www.try-db.org). Las xilotecas también pueden ser fuente de ADN para la identificación de materiales o perfiles de isótopos radiactivos, que serían de mucha utilidad para ayudar a frenar el comercio ilegal de la madera.

 

Referencias

  • Barajas, J. 2009. La Xiloteca del Instituto de Biología, UNAM. Cuadernos del Instituto de Biología 42. 
  • Vásquez-Correa, A.M. (2017). Xilotecas, importantes colecciones de referencia. Colombia Forestal, 20(2), 192-201.
1Red de Ecología Funcional y Xiloteca “Dr. Faustino Miranda XAL”