Nochebuena y Pascle: dos plantas icónicas de la navidad en México

Enrique César Crivelli1

En las tradiciones navideñas que se dan en México no puede faltar la flor de nochebuena, que ya es símbolo internacional de la navidad, y el “pascle” o heno, presente en el adorno de los pesebres o nacimientos.

Palabras clave: plantas, tradiciones, navidad, etnobotánica.

Los ecosistemas con sus diferentes especies vegetales, animales y fúngicas determinan nuestras costumbres, alimentos e incluso comportamientos. No es de extrañar que en un país con variados ecosistemas como México, nuestras costumbres y tradiciones sean igual de diversas. Las fiestas de navidad, presentes en México desde la colonia se caracterizan por el uso de plantas y consumo de alimentos característicos de las épocas invernales y varían dependiendo de las regiones. Dos de estas populares plantas son la flor de nochebuena y el pascle o heno. 

La flor de nochebuena, que no puede faltar en las festividades decembrinas como parte de las decoraciones es conocida con otros muchos nombres comunes, algunos de ellos son: Poinsettia, Flor de Pascua, Estrella de navidad, Flor de fuego, etc. Su nombre científico es Euphorbia pulcherrima (el epíteto latino pulcherrima significa: “la más bella”). Es originaria de México y Centroamérica y es actualmente la planta cultivada en maceta más vendida de todo el mundo. México produce aproximadamente 25 millones de plantas de esta especie cada año, pero a nivel mundial es el estado de California en Estados Unidos donde se cultiva en un mayor volumen. A la fecha, se han generado más de 60 híbridos con diferentes colores y formas.

Esta planta era reconocida y utilizada por los pueblos prehispánicos. Los mexicas la denominaban Cuetlaxochitl que significa “flor de pétalos resistentes como el cuero” o “flor de cuero”. En la época colonial, fueron los monjes franciscanos asentados en el estado de Guerrero quienes la comenzaron a utilizar para las festividades del nacimiento del niño Jesús, siendo los primeros en asociarla con la navidad.

Su gran salto de popularidad se dio en 1828, cuando el entonces embajador de los Estados Unidos en México, Joel R. Poinsett la conoció y la llevo a su país, donde fue rápidamente admirada y adoptada como símbolo de la navidad (por esta razón se le conoce en Europa y Estados unidos como Poinsettia). Las fechas navideñas coinciden con un interesante proceso de su fisiología, ya que para que la vistosa pigmentación de sus brácteas se genere, debe tener un fotoperíodo de 12 horas de oscuridad al día, y esto es posible en los días con menos horas de sol que se tienen en México en las fechas cercanas al solsticio de invierno.  

La flor de nochebuena pertenece a la familia Euphorbiaceae, en esta familia también se encuentra inserta la especie del árbol del caucho (Hevea brasiliensis) y coinciden en que ambas producen un látex lechoso y blanquecino. De hecho esta es una característica botánica que presentan varias especies de dicha familia. Esto es importante desde el punto de vista toxicológico, ya que muchas veces el látex de las plantas puede ser venenoso y esto le ha creado la mala fama de planta peligrosa para mascotas o bebes. Se han encontrado en la flor de nochebuena 18 compuestos, pero hasta el momento no hay estudios concluyentes de su supuesta toxicidad a diferencia de otras plantas del género Euphorbia, que si causan irritaciones, alergias e intoxicaciones.

Una planta también muy popular en las fiestas decembrinas en México es el heno, musgo español, pascle o paxtle. Esta planta es más utilizada en las regiones centrales del país. Es una planta epifita, que quiere decir que crece sobre arboles u otras plantas y pertenece a la familia Bromeliaceae, la misma familia de las piñas. Su nombre científico es Tillandsia usneoides. Esta planta de aspecto peculiar se desarrolla desde la costa este de Estados Unidos hasta Sudamérica. 

Es una especie bio-indicadora que ha demostrado su potencial uso para monitorear contaminantes en la atmosfera debido a que no tiene contacto con el suelo y absorbe del aire el agua y los nutrientes que requiere para su desarrollo pero también otros compuestos contaminantes. Como se mencionó, es una planta epifita, lo cual quiere decir que no causa un daño directo a los árboles en donde se desarrolla. Por su estructura sirve como albergue para diferentes animales. Crece en un patrón de zig-zag y forma pequeñas hojas escamosas de 2 a 6 cm de largo. Sus escamas no son visibles a simple vista.

En nuestro país se usa comúnmente para decorar pesebres y nacimientos pero también para otras tradiciones religiosas como la creación de arcos decorativos que se colocan en las puertas de las iglesias en varias poblaciones del centro del país y en trajes para danzas folclóricas. Otros usos de esta planta son el relleno de muebles y la elaboración de nidos para aves de corral.

Su nombre náhuatl, proviene de la palabra pashtli que se utiliza para designar a las plantas epífitas que crecen en árboles o piedras. Para los pueblos antiguos era una planta de importancia por sus variadas propiedades medicinales que le atribuyen en diferentes lugares. Por ejemplo, en el estado de Veracruz, se ha utilizado tradicionalmente para la mejora de enfermedades gastrointestinales como diarrea y estreñimiento, mientras que en el estado de México se le reconoce la propiedad de ayudar a las madres a arrojar la placenta. Hasta ahora no hay estudios clínicos que demuestren dichas propiedades.

A diferencia de la flor de nochebuena, el pascle no se cultiva, por lo que es recolectado en su totalidad de poblaciones silvestres. Esto ha llevado a su sobreexplotación y al igual que con los casos de muchas otras bromelias, su estado es vulnerable, ya que se utiliza en festividades  y tradiciones anuales, lo que hace que al ser colectado año con año no se dé el tiempo suficiente para la regeneración de las poblaciones naturales. Haciendo un poco de cuentas, existe una tradición en el estado de Jalisco, en la cual, danzantes van vestidos con indumentarias hechas con esta planta. Se ha llegado a cuantificar que cada danzante lleva más de 15 kg de pascle y son varias decenas de personas que participan en estas festividades, lo que genera un volumen importante de extracción de la especie de los bosques locales. El conocimiento de la ecología de la planta por parte de los pobladores de las comunidades que le dan uso y la implementación de planes de manejo, son necesarios para la conservación de esta especie de arraigada tradición en la navidad mexicana.

  

Créditos de las fotografías: Enrique César Crivelli 


1Herbario XAL. Instituto de Ecología A.C. Xalapa, Veracruz