Pasifloras: refugio y alimento de insectos

Andrea Birke Biewendt

Las pasiforas, hermosas enredaderas, llevan el nombre de “flor de la pasión” por su característica corona de filamentos y órganos reproductores que a la vista de los misioneros jesuitas presentaban símbolos de la “Pasión de Cristo”.

En América Latina, especialmente en Brasil, se encuentra la mayor diversidad de pasifloras, y México es hogar de más de 70 especies de estas plantas (slider).

Maracuyá y otras Especies Comestibles

Cuando pensamos en pasionarias nos vienen a la mente dos especies, el maracuyá y la granada china, cuyo fruto es ampliamente consumido por su sabor refrescante.  Aunque la producción de maracuyá en México aún es incipiente, ha crecido considerablemente en los últimos años, esto debido a que el uso del maracuyá para bebidas refrescantes, mixología, repostería y guisos gourmet se ha vuelto tendencia.  Veracruz, por ejemplo, se ha consolidado como el principal productor de maracuyá en el país y tiene un gran potencial de expansión. (Figura 2).

Fig 2.  Huerta de maracuyá en Actopan, Veracruz. Foto: Andrea Birke

 

Importancia de los Insectos en la Polinización

Peculiaridades de estas especies son su vínculo estrecho con polinizadores, ya que en ausencia de ellos se dificulta la fecundación y formación del fruto, es por ello que los productores requieren recurrir a la polinización asistida, es decir pasan manualmente el polen de las anteras (órganos reproductores masculinos) al estigma (órganos reproductores femeninos).  Trabajo que realizarían los abejorros, abejas, moscas, y otros insectos de forma natural, es decir se generan interacciones mutualistas o benéficas entre ambos, donde se beneficia la planta y el insecto. 

La “Guerra” Evolutiva entre Pasifloras y Mariposas

Otra peculiaridad es la fuerte atracción sobre un grupo en particular de mariposas Heliconias, cuyas larvas se alimentan del follaje y que ha generado a través del curso evolutivo lo que se conoce como guerra de defensas entre plantas y este grupo de insectos (Figura 3). Estas plantas también son muy cotizadas para quienes procuran mariposarios en zoológicos y parques temáticos.

Fig 3. Mariposas - Larvas – Pasionaria. Foto: Andrea Birke

 

Desafíos con Insectos Plaga

Además de insectos polinizadores, los botones y frutos son un recurso alimenticio de varias especies de moscas, cuya presencia en Sudamérica, Florida, Hawaii (Estados Unidos) y otros países productores en Asia generan daños económicos a los productores, tal es el caso de tres especies de la familia Lonchaeidae conocidas también en Sudamérica como las moscas del botón floral o del ovario.  Además de los loncheidos, varias moscas de la familia Tephritidae  ovipositan en frutos y sus larvas se desarrollan en él provocando la caída prematura de ellos.  Afortunadamente, estas moscas aún no han llegado a México, lo que facilita el manejo de los cultivos, aunque los productores deben mantenerse alerta ante la posibilidad de que nuevas plagas lleguen debido al calentamiento global y al intensivo intercambio comercial.

Un Tesoro Natural por Descubrir

Las pasifloras no solo son una maravilla visual, sino que también desempeñan un papel crucial en los ecosistemas al atraer y alimentar a numerosos insectos. Si bien algunas especies, como el maracuyá, son conocidas por sus frutos, muchas otras tienen un potencial aún por explorarse. Mantener colecciones vivas de estas plantas, como la que se lleva a cabo en el Jardín Botánico del Instituto de Ecología, A. C. en México, es fundamental para aprender más sobre ellas y desarrollar estrategias que beneficien a los productores de maracuyá en Veracruz.

 

Referencias

  • Aguiar-Menezes, E. L., Menezes, E. B., Cassino, P. C. y Soares, M. A. (2002). Passion fruit, En: Tropical Fruit Pests and Pollinators, Ed. Peña, J.E., Sharp, J.L. y Wyoski, M. 361-390 pp. CAB International.
  • Subhagan, S. R., Dhalin, D., & Kumar, A. (2020). Dipteran flies in Passiflora L.(Passifloraceae): A comprehensive review. Journal of Entomology and Zoology Studies8, 2325-2330.

 

Slider: Abeja melipona forrajeando en Passionaria spp. Foto: Andrea Birke