Ser o no ser coprófago…. o saprófago
Misael Morales Gómez y Magdalena Cruz Rosales*
Los escarabajos estercoleros o coprófagos, tienen adaptaciones morfológicas especializadas para la manipulación del excremento, ya que es su principal fuente de alimento y materia prima para la elaboración de nidos. Sin embargo, ante la escasez del excremento en el ambiente natural, existen especies que optan por diferentes alternativas alimenticias y pueden consumir diferentes recursos como hongos, por lo que se le define como micetofagia; animales muertos, definido como necrofagia, o bien, diversos materiales orgánicos, lo que se conoce como saprofagia.
La saprofagia es muy común en muchas especies de insectos y se distingue por el consumo de materia vegetal descompuesta, como tallos carnosos, hojas y frutos en estado de fermentación. Pero para los escarabajos estercoleros no es común y son escasos los registros de especies que logran nidificar con dichos alimentos. Se sabe que este tipo de comportamiento es relativamente nuevo en la historia natural de los escarabajos estercoleros, pues por cada diez especies que se alimentan de frutos, sólo una es capaz de nidificar con dichos recursos.
El género Onthophagus es un grupo muy diverso entre los escarabajos estercoleros y es el que tiene al mayor número de especies saprófagas. A pesar de esto, el conocimiento sobre su comportamiento reproductivo se ha enfocado mayormente en las especies coprófagas, el cual, se sabe que consiste en la creación de túneles bajo la fuente de alimento, donde se acarrea el excremento hasta el fondo para elaborar los nidos. La información sobre este proceso enfocado en especies saprófagas está pobremente estudiada.
Onthophagus rhinolophus es de las pocas especies conocidas que basa su comportamiento alimenticio y reproductivo en el consumo de frutos fermentados. Aunque también es capaz de consumir tallos descompuestos y excremento animal, su preferencia alimenticia la ha llevado a distinguirse de otras especies, al emplear una estrategia diferente para nidificar.
El proceso de nidificación de O. rhinolophus inicia con el encuentro de una pareja junto o debajo de un fruto fermentado (slider), como lo podría ser la naranja, donde macho y hembra realizan la cópula y después se ha visto que colaboran en la creación de túneles (Fig. 2a). Posteriormente, antes de nidificar, ambos individuos fabrican una cavidad a pocos centímetros bajo el suelo, donde el macho introduce la pulpa del fruto y la hembra la procesa hasta obtener una masa grande con olor y consistencia parecida al excremento (Fig. 2b).
Fig 2. Galería hecha por la hembra (a) y vista al fondo de la galería (b) donde se acumula el alimento (flecha). Fotos Misael Morales Gómez
Después de dos a cuatro días la masa está terminada y la hembra extrae trozos de ella para introducirlos en galerías previamente hechas y moldear sus nidos, los cuales, son estructuras ovaladas de aproximadamente 3 cm de longitud, en donde se deposita un huevo (Fig. 3). Esta estructura recibe el nombre de “masa nido” y servirá como fuente de alimento para la cría durante algunas semanas, hasta que emerge del suelo como un adulto, listo para iniciar el ciclo de nuevo.
Fig 3. Vista de una masa nido con un huevo recién puesto. Foto Misael Morales Gómez
Onthophagus rhinolophus se distingue de otras especies coprófagas conocidas, ya que no existen registros similares de este comportamiento dentro del género. La necesidad de procesar el alimento previo a la nidificación, podría explicarse por las diferencias físicas y químicas entre frutos fermentados y excrementos, pues las crías requieren de un alimento pastoso rico en microorganismos para desarrollarse. Así, esta especie puede adaptar el alimento disponible a sus necesidades, lo que resulta más ventajoso que competir por un recurso muy limitado como lo es el excremento.
La nidificación de O. rhinolophus nos hace cuestionar si otras especies saprófagas procesan su alimento previo a construir las masas nido y si ésta, es una característica común dentro del grupo. Además, da a conocer una estrategia reproductiva que es resultado de presiones ambientales y nos demuestra cómo una especie puede adaptarse para cubrir sus propias necesidades.
Referencias
- Halffter G. y Halffter V. (2009) Why and where coprophagous beetles (Coleoptera: Scarabaeinae) eat seeds, fruits or vegetable detritus. Boletín Sociedad Entomológica Aragonesa, 45: 1−22.
- Huerta C., Cruz-Rosales, M., González-Vainer, P., Chamorro-Florescano, I., Rivera J.D., Favila M.E. (2023) The reproductive behavior of Neotropical dung beetles. Frontiers in Ecology and Evolution, 11, 1102477. doi: 10.3389/fevo.2023.1102477
- Sarges R., Halffter G., Díaz R. A. (2012) The importance of frugivory to the survival of the dung beetle Onthophagus rhinolophus Harold (Coleoptera: Scarabaeidae: Scarabaeinae) under changing ecological conditions. The Coleopterists Bulletin, 66(2): 166–168. 2012.
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